...la Biblia de Jerusalén
I Tesalonicenses 4, 7-10
7 pues no nos llamó Dios a la impureza, sino a la santidad.
8 Así pues, el que esto deprecia, no desprecia a un hombre, sino a
Dios, = que os hace don de su Espíritu = Santo.
9 En cuanto al amor mutuo, no necesitáis que os escriba, ya que
vosotros habéis sido instruidos por Dios para amaros mutuamente.
10 Y lo practicáis bien con los hermanos de toda Macedonia. Pero os
exhortamos, hermanos, a que continuéis practicándolo más y más,